Los transportadores son esenciales para automatizar y optimizar los procesos de producción, y han sido una pieza clave de los avances industriales desde principios del siglo XX. A menudo se atribuye a Henry Ford la revolución de los sistemas transportadores al introducir la primera línea de producción de flujo continuo para automóviles en 1908. Esta innovación aceleró considerablemente la producción y redujo los costes.

Sin embargo, el concepto de transportador se remonta a mucho antes. En la antigua China se creó un mecanismo de cadena para suministrar agua de riego, que puede considerarse una forma primitiva del transportador moderno. Este temprano invento demostró el ingenio de los antiguos ingenieros para mejorar la eficacia y la productividad en las labores agrícolas.
El principio básico de los transportadores modernos consiste en desplazar un objeto, como agua o materiales, del punto A al punto B por medios mecánicos. Este principio se ha adaptado a diversas industrias, desde la fabricación hasta el transporte, para automatizar y mejorar los procesos.
Hoy en día, los transportadores forman parte integral de muchas industrias. Sus aplicaciones abarcan diversas formas y funciones, incluido el transporte horizontal, vertical e inclinado. Los transportadores son esenciales en las líneas de montaje, clasificación y transporte, y manipulan tanto productos a granel como piezas. Los tipos más comunes son los transportadores de cinta, de cangilones, de cable, de tornillo y de rodillos, entre otros.

Transportadores de rodillos y rodamientos
Los transportadores de rodillos, también conocidos como vías de rodillos, se encuentran entre los sistemas de transporte más utilizados. Estos transportadores constan de rodillos montados en un bastidor común, sobre el que se desplazan las mercancías. Se utilizan en líneas de producción, instalaciones de clasificación postal, almacenes e incluso en las cajas de los supermercados. Un solo transportador de rodillos suele contener docenas o cientos de rodillos muy próximos entre sí, accionados por motores o por gravedad. Cada rodillo gira alrededor de su eje sobre dos rodamientos, y es la calidad de estos rodamientos lo que determina en gran medida la longevidad del transportador.
Por ejemplo, en una instalación de clasificación postal, un solo metro de vía de rodillos puede contener entre 10 y 15 rodillos, cada uno soportado por dos o tres rodamientos. Con sistemas de transporte tan extensos, gestionar el mantenimiento de tantos rodamientos -que requieren lubricación, sustitución y reparaciones constantes- puede ser todo un reto. Aquí es donde los cojinetes lisos ofrecen una solución muy práctica.
